Buenas familias, esperemos que estéis bien
Empezamos la mañana reglamentariamente, haciendo deporte. Al acabar, lo único que queríamos era desayunar, y lo hicimos enseguida para poder empezar la marcha.

La verdad es que fue una marcha interesante y con mucho calor. Fue un camino que nos costó un poco, más que nada porque alguno de nosotros nos separamos y nos perdimos, pero gracias a los cursos de orientación nos ubicamos y encontramos de nuevo al grupo.
Cómo no, cada marcha tiene siempre un destino y un premio, y es que llegamos al último chapuzón del campamento. Pero, como estábamos muy cansados, lo primero que hicimos fue comer y disfrutar de ese bocadillo de lomo y queso. También, hubo alguna guerra de agua antes de meternos a la piscina.
Y cómo no … ¡Al agua patos! Uno de lo monitores ahogó al padre Sergio, pero nadie le cree. Principalmente, porque el que lo hizo digamos que no tiene mucha fuerza. Pero, solo Dios sabe la verdad … Y el padre Sergio también.

Volvimos a casa y nos fuimos al momento mas importante del día: la Eucaristía. El Evangelio del día nos hablaba de dos milagros que hizo Jesús. El de la hija de un alto cargo judío y el de la hemorroísa. Y José Antonio nos enseñaba que muchas veces no sabemos lo que nos pasará, pero lo mas importante es que Jesús siempre nos acompaña en el camino.
Esta noche no tuvimos juego de noche, porque para cerrar el campamento tuvimos un rato de oración delante de Jesús Eucaristía. Fue un momento en el que pudimos estar con Él para poder contarle como hemos vivido el campamento y estos días conociendo a mucha gente nueva. La verdad es que fue un momento de muchos sentimientos, porque nos dimos cuenta de que gracias a Él estamos aquí.


Gracias padre Sergio por tu sí en cada momento y por enseñarnos a amar a la persona que nos congrega estos días. Muchas gracias padre por confiar en los monitores y a vosotros padres por confiar en los monitores.

Continuara …